martes, 6 de octubre de 2009

El 10% de las víctimas de homicidio son niños en El Salvador


A partir de los 10 años de edad, en El Salvador, los niños empiezan a equipararse a los adultos ante la muerte. La curva de las estadísticas de asesinatos forma comba hacia arriba desde ese período, y no decrece hasta los 35. Mueren mayoritariamente con piel perforada por balas; y sus cuerpos son encontrados en calles y vías públicas de la capital.

La base consolidada entre la Policía, Fiscalía e Instituto de Medicina Legal arroja que entre enero y agosto de 2009 fueron asesinados 330 menores —el promedio diario es de 1.35—. En cifras generales representa el 10.2% del total de casos (3,216) reportados en lo que va del año.

El número, frío en sí mismo, implica que en apenas ocho meses se han ejecutado a poco más de la totalidad de niños durante todo el año pasado. El mismo informe tripartito signó en 322 los menores asesinados durante todo 2008. De esos, 264 fueron niños. El resto, niñas. El dato se traduce en 94.4%, entre los 10 y los 17 años de edad.

Casi un año después, el 97.7% de los 330 asesinatos hasta agosto fue entre el mismo rango de edad. La PNC aseguró que en septiembre se reportaron 46 menores asesinados.

El informe conjunto detalla además que, al menos entre julio y agosto, solo dos departamentos del país no velaron el cuerpo de un menor: Chalatenango y Morazán.

Ambos lugares son los que, durante varios años, se han mantenido en un rango relativamente bajo en lo que a homicidios respecta. Así, a nivel general, Chalatenango ha acumulado 43 asesinatos. Morazán, por su parte, 28. El departamento de San Salvador —donde se focalizan la mayor cantidad de asesinatos año con año— registra entre enero y agosto de este año 992 muertes violentas.


Las zonas:

Los datos recabados de julio y agosto, del informe tripartito, indican que en apenas dos meses en 13 de 19 municipios de San Salvador fue asesinado al menos un niño.

Algunos de estos lugares han reiterado en muertes de niños en estos dos meses, como Soyapango, San Salvador, Ilopango, San Martín, Nejapa, Mejicanos, entre otros.

Los asesinatos han estado ejecutándose, a partes iguales, para niños de áreas urbanas y rurales. Así, Medicina Legal detalla que en julio 34 menores fueron ultimados a razón de 17 en cada zona. Igual patrón se cumplió un mes después, con 42 casos.

Las colonias capitalinas donde los jóvenes han perdido la vida a manos de otro son de corte populoso. En julio de este año, un niño fue asesinado en la colonia Altavista, la cual está repartida entre los municipios Ilopango, San Martín y Tonacatepeque. Un mes después, otros dos niños, en esa misma colonia, seguirían igual rumbo. No lejos de ahí, en Montes de San Bartolo IV (Ilopango), otro niño más fue ejecutado en agosto.

En el cantón El Cobanal (Colón, La Libertad), otro menor más sumó a la lista con su vida. Ahí, en donde en abril pasado la Fiscalía y la Policía ubicó el cadáver de un joven desaparecido, meses atrás, de unos 17 años.

La Unidad de Criminalística de la FGR ha realizado 80 desenterramientos en lo que va del año. Tales homicidios han sido agregados a la estadística de 2009, aunque según miembros de la unidad la mayor parte de personas fue asesinada entre uno y dos años atrás.

Los cuerpos rescatados, algunos de la tierra, otros de pozos, incluyen a 12 menores de edad (6 niños y 6 niñas) cuyas edades fueron calculadas entre los 5 y los 16 años de edad. Algunos de estos solo habían sido registrados como desaparecidos.

Paradójicamente, el director de la PNC, comisionado Carlos Ascencio, reveló recientemente que las cifras de violencia —en lo que a menores de edad respecta— poseen parangón en los asesinatos. El jefe policial valoró en un promedio de uno de cada 10 los homicidios cometidos por un menor de 17 años.

De los 76 menores asesinados en julio y agosto, 23 fueron encontrados en la vía pública; ocho en su hogar, y otros siete, en una calle. No son los únicos lugares utilizados para abandonar los cadáveres de niños, y de adultos, que con similitud cumplen los rasgos: fincas, haciendas, carreteras, quebradas, vehículos, forman parte del registro.

El consolidado cifró, de manera general, que los asesinatos cometidos en el país llegaron en ocho meses a los 2,826. De estos, 2,135 tuvieron un arma de fuego de por medio, es decir, el 75.5%.

La tendencia se cumple de igual manera para los niños. Así, entre julio y agosto de 2009, de 76 casos, 44 fueron ejecutados con un arma de fuego.

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